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Commentary
La Naci車n (Costa Rica)

Drama en Corea del Norte

El final de la Segunda Guerra Mundial trajo consigo la materializaci車n de la era at車mica. Los bombardeos estadounidenses en Hiroshima y Nagasaki, seguidos por la competencia nuclear planteada por la URSS, marcaron sin duda un hito hist車rico.

Este fen車meno fue, asimismo, un elemento esencial de la Guerra Fr赤a, que enmarc車 las relaciones entre la alianza occidental y el bloque sovi谷tico. Como sabemos, a finales de la d谷cada de 1980 se produjo la implosi車n de la URSS y la consiguiente desarticulaci車n del campo comunista.

Dicho desenlace alent車 las esperanzas de un surgimiento democr芍tico en las exrep迆blicas sovi谷ticas y, ojal芍, el final de la carrera nuclear con su conexo armamentismo. Sin embargo, el ep赤logo no estaba claro debido al control ruso sobre partes claves del arsenal sovi谷tico.

En todo caso, comentaristas del tema nuclear analizaron el dise?o internacional imperante y concluyeron en denominarlo MAD, que en ingl谷s suger赤a locura, sigla de Destrucci車n Mutua Asegurada.

De acuerdo con esta caracterizaci車n, el sistema bipolar enfrentaba a dos potencias predominantes y antag車nicas (Estados Unidos y la antigua URSS), cada una con la capacidad de asestar un contragolpe masivo en respuesta a un ataque de la otra.

La descripci車n del sistema, empezando por su sugestiva designaci車n, se completaba con la respectiva pir芍mide de naciones subordinadas y protegidas bajo el "paraguas" nuclear de la l赤der correspondiente.
Dicho esquema, propio de la Guerra Fr赤a, aseguraba una represalia mortal a la potencia agresora gracias a la capacidad protegida de la agredida.

Este dise?o implicaba que tanto Estados Unidos como la URSS pose赤an arsenales protegidos que garantizaban el contragolpe respectivo. Washington, por ejemplo, adem芍s de silos profundos y endurecidos para que sus misiles sobrevivieran un ataque, pose赤a una diversidad de armamentos de represalia instalados en submarinos que constantemente navegaban los oc谷anos. Mosc迆, a su vez, confiaba en misiles ocultos en las inmensidades territoriales de su Imperio.

Sin embargo, el sencillo y preciso mecanismo del MAD, que en mucho evocaba la mec芍nica del sistema pol赤tico mundial del equilibrio del poder, con el paso del tiempo revel車 flancos d谷biles, capaces de frustrar su operaci車n.

Por ejemplo, al centrarse en dos 迆nicos actores, el MAD pec車 de omisi車n con respecto a potenciales adversarios desconocidos, como podr赤a suceder con alg迆n adquirente de poder赤o nuclear interesado en desestabilizar el orden imperante. Ese aventurero estrat谷gico fue denominado el pa赤s X.

En estos momentos, la figura de la naci車n X ha sido utilizada con frecuencia en el debate en torno a las amenazas nucleares de Corea del Norte. Sin embargo, no parece correcto ni esclarecedor el uso indiscriminado de la f車rmula del pa赤s X en el presente contexto, sobre todo adornada con titulares respecto al MAD de la era nuclear.

La supuesta omisi車n en el dise?o del MAD que posibilitar赤a una acci車n como la norcoreana derivaba de las severas limitaciones para obtener tecnolog赤a resguardada por un impenetrable secreto. Adem芍s, la obra final demandar赤a presupuestos imposibles.

Los episodios de espionaje que facilitaron el camino at車mico a la URSS, revelados poco despu谷s de la conclusi車n de la Segunda Guerra Mundial, m芍s bien acentuaron la percepci車n de las dificultades involucradas en un proyecto de esta naturaleza.

No obstante, los analistas persistieron en el tema del pa赤s X, una naci車n de rostro ignorado pero capaz de desarrollar una bomba peque?a pero inmensamente poderosa. En otras palabras, desde un artefacto en una maleta de viaje hasta algo m芍s sofisticado sobre las espaldas de un peque?o misil, el tema del equipo nuclear era, y sigue siendo, una aventura temible, con consecuencias devastadoras.

Los postulantes m芍s populares en 谷pocas de la Guerra Fr赤a pertenec赤an al mundo 芍rabe, muy conectado entonces con la URSS y due?o de arcas desbordantes de d車lares. La narraci車n de este desenlace sol赤a incorporar a un mal谷volo actor (posiblemente un individuo o una c谷lula terrorista) internacional encubierto por un pa赤s dotado de medios y con simpat赤a por actores antiimperialistas demoniacos.

Ah赤 sobresalieron como candidatos gobernantes, en su momento, Sadam Husein y Gadafi, y del lado del elenco militante una lista interminable y poco seria.

El desplome sovi谷tico hacia finales de la d谷cada de los a?os 80, marc車 el inicio de una era de alianzas cambiantes y la disminuci車n de la n車mina terrorista.

En todo caso, la prominencia de algunos pa赤ses 芍rabes decay車, pareja con el ocaso de Gadafi y del mismo Sadam Husein. Y fue de este enmara?ado panorama que vino a luz el mercantilismo at車mico de Pakist芍n y, menos conocido, el de Corea del Norte.

El protagonismo norcoreano en el cap赤tulo de las armas at車micas ha sido un factor clave del chantaje internacional impulsado inicialmente por Kim Il-sung, a la postre dictador de Corea del Norte. Le corresponde ahora a su descendiente, Kim Jong-un, el joven de 28 a?os de edad que el r谷gimen presenta como un estadista maduro y de fuerte talante, hacer el papel del chantajista. Entre tanto, nadie ha chistado siquiera sobre el papel de Ir芍n en este episodio tan venido a menos.