McCain vs. Obama: debates presidenciales y la fuerza de la campa?a despejarn el camino
John McCain es un hroe norteamericano con ms de cuarenta a?os de servicio a su pas. Fue prisionero de guerra en Vietnam y, a partir de 1987, ha sido senador por Arizona. Ahora, tras vencer en las ?primarias? del Partido Republicano, se apresta a enfrentar al aspirante demcrata, Barack Obama, en los comicios de noviembre prximo.
Dos estilos. McCain, de 71 a?os, es parco en sus expresiones, se siente ms cmodo ante pblicos reducidos y proyecta en la televisin una imagen rgida. Domina, sobre todo, los temas de poltica exterior y seguridad nacional.
Muy diferente es Obama. Con 48 a?os de edad, emana simpata y evidencia una extraordinaria capacidad retrica de corte evangelizador. Prefiere los pblicos multitudinarios y en la televisin muestra la soltura de un cantante de rock . Conoce bien los temas sociales.
Sin duda, Obama no es un oponente fcil. Coron su blitzkrieg en las ?primarias? derrotando a la exprimera dama Hillary Clinton, por largo tiempo favorita para encabezar la papeleta demcrata. Es el primer afroamericano que logra la nominacin presidencial de uno de los dos principales partidos estadounidenses.
La historia de Obama es notable. Alentado por su abuela materna, una mujer blanca de Kansas, complet, mediante becas, una pulida educacin universitaria (Columbia y Harvard) y fue profesor de leyes en la Universidad de Chicago. En medio de su carrera acadmica sinti un llamado a organizar las barriadas de Chicago. Su xito en los guetos negros lo elev al senado estatal y, en el 2004, al senado en Washington, donde se concentr en promover su candidatura presidencial.
Descenso. Pregonero de un mensaje de cambio, Obama ha explotado la impopularidad del actual mandatario, principalmente por la guerra en Iraq, y ha insistido en identificar a McCain con las polticas de Bush. Dicho mensaje funcion con buenos resultados durante las ?primarias? demcratas y aliment una onda triunfalista. Sin embargo, tras su gira por el Cercano Oriente y Europa, en julio, la ventaja de Obama en los sondeos ha decado hasta situarse ltimamente en un empate tcnico ?dentro del margen de error? con McCain. As, una encuesta del 9 de agosto, de Pollster.com, arroj un 46,4% para Obama y el 44% a favor de McCain. Otro sondeo reciente, de Real Clear Politics, muestra a Obama con un 46,6% y a McCain con el 42,2% . Diferentes promedios ?tracking polls? que andan parecidos.
La pregunta obligada, ante esta situacin, es: ?por qu Obama, siendo tan buen candidato, solo consigue empatar con un oponente agobiado por deficiencias de imagen y frecuentes trastornos de campa?a? A estas alturas, apuntan algunos, deba contar en su haber con una diferencia mucho mayor, quizs hasta de 10 puntos.
Los analistas de opinin se?alan que Obama no consigue consolidar el apoyo de ciertos sectores que s respaldaron a Hillary y son claves para los candidatos demcratas, como mujeres blancas mayores de 50 a?os y los obreros blancos. Adems, hay votantes afroamericanos que consideran a Obama dbil en la defensa de los intereses de su conglomerado. Asimismo, una importante proporcin ?alrededor del 28%? de las mujeres partidarias de Hillary, las cuales, ante el retiro de su candidata, dijeron preferir votar por McCain y no por Obama.
El efecto Bradley. Quizs de mayor importancia para el resultado de los comicios de noviembre es que tal vez ya se est manifestando lo que se denomina el efecto Brad- ley. El origen de este fenmeno fue lo ocurrido en 1982 con el entonces alcalde de Los ?ngeles, Tom Brad- ley, demcrata afroamericano sumamente popular, quien se postul para la gobernacin de California. Su ventaja en las encuestas frente al candidato blanco republicano era considerable, pero, a la hora del recuento, aquella ventaja se haba esfumado y el triunfo correspondi al oponente. Algo similar sucedi en 1989, cuando el candidato negro para la gobernacin de Virginia, el demcrata Douglas Wilder, que gozaba de un holgado respaldo popular, gan por solo una fraccin de los votos y result ser el primer negro elegido gobernador de un estado norteamericano.
Numerosos estudios se han hecho sobre estos y otros episodios, y la conclusin es que muchos posibles votantes, cuando son entrevistados para encuestas, no externan sus reservas con respecto a candidatos negros a fin de no suscitar sospechas de racismo. En el mismo sentido, al momento de dar opiniones o emitir el sufragio, algunos son presa de la desconfianza y cambian su intencin original de respaldar al afroamericano.
Agreguemos el hecho de que se sabe relativamente poco sobre Obama y su vida. Por eso, episodios como el del pastor Wright, y los frecuentes cambios de criterio sobre distintos temas nacionales, han suscitado cuestionamientos en relacin con la experiencia y capacidad decisoria del joven candidato. Igualmente, tales dudas se han incrementado a raz de los problemas econmicos y los conflictos internacionales que enfrenta Estados Unidos y que demandaran un liderazgo slido del eventual presidente. Desde luego, este complejo entorno ha favorecido a McCain, dirigente de mucha mayor trayectoria.
En todo caso, los debates presidenciales y la intensificacin de la campa?a a partir de las respectivas convenciones, darn oportunidad a los votantes para confirmar o enmendar sus ideas sobre el histrico caso electoral de McCain vs. Obama.