En solo cuatro meses, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo en casi una quinta parte su proyección de crecimiento del producto interno bruto (PIB) mundial para este año (de 4 a 3,25%, equivalente a restar de golpe el PIB de Bélgica, $525.000 millones). Eso refleja, como coinciden varios organismos internacionales, la delicada situación en los principales centros de poder económico, especialmente la zona euro, que está afectando prácticamente a todas las regiones del planeta por diferentes vÃas.
Como lo ha reiterado el Financial Times en dÃas recientes, el frágil escenario vigente desde la crisis soberana del 2011 está empujando a las economÃas de la eurozona a una inevitable recesión. De hecho, nos irá bien si se logra evitar una nueva crisis de deuda.
A este respecto, en su informe de Perspectivas de la economÃa mundial, el FMI proyecta un crecimiento negativo en Europa para el 2012 (de -0,5% en general, y de hasta -2,2% en Italia y -1,7% en España). Además, la estabilidad financiera de esa región es incierta, entre otros factores, por las dificultades que tiene Grecia para concretar medidas de austeridad que realmente se materialicen y perduren debido a la resistencia social y polÃtica que enfrentan. Esto aumenta la incertidumbre y el nerviosismo entre inversionistas y consumidores, dificultando un eventual rescate griego.
Canales de contagio. En este contexto, los Gobiernos de Latinoamérica y el Caribe (LAC) deben actuar con cautela, esperando lo mejor, pero preparándose para lo peor. No somos inmunes a lo que sucede en la zona euro. Todo lo contrario, existen canales de contagio que se deben contrarrestar. En este sentido, el FMI bajó su proyección de crecimiento para LAC en una décima parte, de 4 a 3,6%, para el 2012. Ello, porque la desaceleración en Europa afecta el crecimiento de China y, con eso, la demanda de materias primas, impactando sobre todo a paÃses suramericanos. El Fondo advierte que un eventual colapso del euro reducirÃa el crecimiento del gigante asiático a la mitad (de 8,2% a 4%), agudizando sus posibles efectos sobre LAC. Además, China enfrenta este año una delicada transición polÃtica del presidente Hu Jintao hacia el nuevo presidente, que se estima será Xi Jinping, lo cual podrÃa afectar su velocidad de respuesta frente a problemas macroeconómicos de tal magnitud.
Ya estamos viendo las primeras muestras del mencionado contagio. El debilitamiento de la demanda externa viene frenando a Brasil, que cerró el 2011 con un crecimiento de 2,9% versus 7,5% en el 2010, según reporta el Banco Mundial en su Informe sobre perspectivas económicas globales 2012. Situación similar presenta México, más vinculado a la economÃa estadounidense. Asimismo, este organismo señala que las exportaciones de Latinoamérica crecen cada vez menos, especialmente desde mediados del año pasado. Para Centroamérica y el Caribe, el contagio se da principalmente por la caÃda de las remesas y la llegada de turistas. Como sabemos, esta actividad es de real importancia para Costa Rica, que perfila un crecimiento menor para este año (3,8%, frente al 4,2% del 2011), según el Banco Central.
Dadas las condiciones descritas, se puede decir que el crecimiento de Latinoamérica para este 2012, aunque menor, será satisfactorio (y mayor que el promedio mundial). Gracias a eso, el ingreso per cápita también aumentará, lo cual permitirÃa a los Gobiernos continuar con inversiones sociales de combate a la pobreza y reducción de la desigualdad en la mayorÃa de paÃses.
Fortalezas y amenazas. En un balance de la región, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reitera que Latinoamérica y el Caribe mantienen importantes fortalezas que les permitirÃan afrontar un escenario más complicado de recesión mundial. Las tres principales defensas son el alto nivel de reservas internacionales que posibilitan financiar un déficit de cuenta corriente, las polÃticas fiscales sanas y los moderados niveles de deuda pública. Esto genera espacios para polÃticas anticÃclicas, asà como para un manejo monetario más flexible en favor de la estabilidad y la producción. Hay que advertir, sin embargo, que muchos paÃses tienen ahora menos espacio de libertad en esta materia, pues la crisis del 2008 los llevó a incrementar el gasto y la deuda del Estado.
A pesar de esas fortalezas, es indiscutible la gran fragilidad del entorno, con serias amenazas que pueden impactar fuertemente a LAC. Todo ello obliga a trabajar con seriedad y a gobernar con responsabilidad. En este sentido, con todo lo que está en juego, resulta ridÃculo y preocupante que los mandatarios del ALBA se sumerjan en iniciativas disparatadas, como usar las reservas internacionales de cada paÃs para un banco de desarrollo del bloque, o establecer un "Consejo de Defensa del ALBA" que reforzarÃa sus desvarÃos militares.
Dada la coyuntura económica mundial y los graves riesgos que plantea, es urgente que los Gobiernos de LAC se aboquen a lo realmente importante. Nuestro paÃs, en particular, requiere hacer un cuidadoso análisis de sus rezagos y vulnerabilidades. AsÃ, debe actuar con seriedad en las tareas impostergables del desarrollo humano y la competitividad como son, entre otras, la educación, la infraestructura y la seguridad. Solo asà se podrÃa enfrentar esta coyuntura y salir fortalecidos de ella. Las "pintas" económicas indican que el 2012 es un año para cautela y responsabilidad, no para la grandilocuencia ni mucho menos el desvarÃo.